Destinatarios

Bloc de notas



Un diario es una trampa. Tiende a convertir demasiado pronto el presente en pasado, la vida en recuerdo. Se encierra en si mismo. (...) la carta, en cambio es siempre un intento de comunicación. Tiene un destinatario concreto para el que no basta evocar los hechos: hay que hacérselos vivir a fuerza de palabras
          -La encrucijada.

Por suerte, existe refugio en la poesía. Lee para no torturarse en vano, para encontrar respuestas en los poetas que siempre tienen la palabra justa; eso que presiente, pero no sabe nombrar y, de pronto, descubre con claridad en un par de versos ajenos. ''No quiero que te vayas, dolor, última forma de amar...'', le recita Pedro Salinas al oído y es como si lo hubiera escrito pensando en él. El dolor, ese mausoleo de la memoria, quema, pincha, pica, duele, pero que no falte, adorado tormento.
          -Más que una sombra.

“El problema es que Paolo Uccello tenía pinceles y perspectiva, y tú solo tienes una cámara. Eso impone limites, claro. De tanto abusar de ella, de tanto manipularla, hace tiempo que una imagen dejó de valer más que mil palabras. Pero no es culpa tuya. No es tu manera de ver lo que se ha devaluado, si no la herramienta que usas. Demasiadas fotos, ¿no crees? El mundo está saturado de malditas fotos.
         -El pintor de batallas.


“Empecé a olvidar cómo se volaba. Un mediodía después del almuerzo intenté remontar el vuelo y me fui cinco veces de cabeza, lo achaqué a la llanura de mis tripas. Por fin lo logré y desde lo alto contemplé serenamente el mar; no tenía finitud en la línea del horizonte.
         -Sangre azul.

“Una persona no es nada, una persona no es una persona si renuncia a ser libre. Si hemos de vivir con dignidad no podemos dejar que nos llenen la cabeza y las paredes con consignas. Las cabezas son de cada uno y las paredes no son suyas: Todos tenemos derecho a decir lo que nos parezca.
          -El soldado de hielo.