Destinatarios

Remitente




 Soy de un extraño lugar del que no sé formar parte. 
Mi existencia pasajera vaga errante por caminos de odio y rencor, de palabras que duelen y personas que lastiman.
Vivo en un castillo que se parece más al ropero donde escondes tus moustros y temores.
Tengo menos edad de la que mi experiencia hace gala, pero más años que los que la inocencia tolera.
 Siento aún el peso de las cadenas que atan mis manos a un pasado del que no quiero hacerme cargo.
 Solía dedicarme a volar entre amores efímeros y sueños imposibles. 
Me gustaba extender mis alas para protegerme, pero me las arrancaron en cuanto me atreví a hablar en voz alta de la libertad y la rebeldía.
Ahora ya no vuelo y me arrastro a raz del suelo, moviéndome al paso de la mediocridad.
Si pudiera recuperar mis alas te sacaría de ahí, me sacaría de aquí. Nos llevaría a ese extraño lugar del pensamiento del que todos tienen conciencia pero pocos conocen a ciencia cierta;
He oído por ahí que entre susurros algunos le llaman felicidad.
 Soy de esas personas que mueren un sábado y reviven un domingo, y realmente no importa si me hiero un poco más.
Soy todo lo que odio y nada de lo que me gustaría ser, con una maleta llena de sueños rotos y metas que nunca podré alcanzar. Tengo un montón de historias tristes que contarte y lágrimas que no derramaré.
Tengo sonrisas forzadas por verte feliz. 
Tengo un adiós atorado en la garganta y no estoy segura de querer soltarlo. 
Tengo tantas cosas por decirte y que no puedo, por eso las escribo, para que las leas y entres en mi mundo.
Pero de a poco, que de un golpe no lo soportaría. 
Las memorias vienen a mí como un dulce veneno que comienza nuevamente a correrme por las venas, los ojos se me empañan y no consigo centrar mis ideas.
Y aquí vamos de nuevo.
Recordar esas cosas hace que me tiemble el pulso, disculpa la letra...

       Oh, si tan solo pudiera recuperar mis alas...